Van dos moteros por la carretera y se encuentran con una moto tirada en mitad de la cuneta y al motociclista hecho un guiñapo e inconsciente. Uno de ellos se pone un poco nervioso...
-Hosti tío, y no llevamos teléfono para llamar a la Guardia Civil ni nada... ¿qué hacemos?
El otro (el listo de la cuadrilla) ya le está tomando el pulso al motorista y comprueba que está vivo, así que le dice a su amigo:
- Mira, por allí se ve una luz así que debe haber un caserío o algo; voy a buscar ayuda y tú mientras tanto quédate con él. No se te ocurra quitarle el casco, ni girarle la cabeza; si ves que vomita le pones de costado para que no se asfixie, pero, si no, no lo muevas por si se ha dañado la espalda. Si empieza a tener convulsiones te quitas el cinturón y se lo pones entre los dientes, sujetando la lengua en su sitio para que no se la trague. Eso sí, si ves que deja de respirar entonces le subes la visera del casco y le haces la reanimación cardiorrespiratoria. Y si se despierta le dices que se esté quieto, que ya viene la ambulancia. Pero si no pasa nada de lo que te he dicho no le muevas... y sobre todo no le quites el casco, ¿eh? Animo, que en seguida vuelvo.
Se va y cuando vuelve a la media hora se encuentra al amigo enculando al motorista...
- ¡¡¿¿Pero Paco, qué coño estás haciendo??!!
- Que me he liao, macho, que me he liao...
Ráfagas
RUTERO